Botas de compresión
Compresión neumática intermitente (CNI): aplicaciones clínicas basadas en la evidencia
Las botas de compresión, también conocidas como dispositivos de Compresión Neumática Intermitente (CNI) , son sistemas médicos diseñados para mejorar la circulación y el flujo linfático en las extremidades mediante presión secuencial y controlada. Estos dispositivos se utilizan ampliamente en entornos médicos, de rehabilitación y deportivos para reducir la inflamación, mejorar el retorno venoso y linfático, optimizar la oxigenación tisular y favorecer la recuperación.
La IPC no es solo una terapia de confort o bienestar. Décadas de investigación clínica demuestran su utilidad en el manejo de trastornos linfáticos, enfermedad venosa crónica, insuficiencia arterial, edema posquirúrgico, prevención de tromboembolias y recuperación física.
(Fife et al., 2012; Desai et al., 2020; Xu et al., 2024)
Condiciones comúnmente abordadas
Las botas de compresión se pueden incorporar a un plan de atención personalizado para pacientes con:
- Linfedema (extremidades superiores o inferiores)
- Hinchazón crónica de piernas e insuficiencia venosa
- Úlceras venosas en las piernas y dermatitis por estasis
- Enfermedad arterial periférica (EAP) y claudicación
- Edema posquirúrgico o posoperatorio
- Movilidad reducida o inmovilidad prolongada
- Riesgo de trombosis venosa profunda (TVP)
- Fatiga muscular y recuperación retardada después del ejercicio
Los protocolos de tratamiento se adaptan a la condición médica, la tolerancia y el estado circulatorio de cada paciente.
Linfedema y trastornos linfáticos
Linfedema del brazo relacionado con el cáncer de mama (BCRL)
Un ensayo controlado aleatorio que comparó dispositivos de compresión neumática programables avanzados con dispositivos estándar en mujeres con linfedema crónico del brazo relacionado con cáncer de mama demostró reducciones significativamente mayores en el volumen de las extremidades, el contenido de agua en los tejidos y una mejor calidad de vida en el grupo de compresión avanzada.
(Fife y otros, 2012)
Una revisión sistemática y un metanálisis de 2025 confirmaron además que la compresión neumática intermitente reduce significativamente el volumen del brazo y mejora los síntomas y la función cuando se usa junto con prendas de compresión estándar.
(Su y otros, 2025)
Linfedema de las extremidades inferiores
En una gran cohorte prospectiva de pacientes con linfedema secundario en las piernas, la terapia de compresión neumática domiciliaria a largo plazo resultó en una reducción del 28 % en el volumen de las extremidades, mejoras significativas en la calidad de vida y mejores resultados funcionales a lo largo de un año.
(Desai y otros, 2020)
Un ensayo aleatorizado multicéntrico en adultos mayores mostró que los dispositivos de compresión neumática avanzados reducen eficazmente el volumen de las extremidades, con buena adherencia y tolerabilidad en poblaciones de edad avanzada.
(Maldonado y otros, 2025)
Enfermedad venosa crónica y úlceras venosas en las piernas
La compresión neumática intermitente es una terapia complementaria bien establecida en la insuficiencia venosa crónica y las úlceras venosas de las piernas.
Ensayos controlados aleatorios demuestran que agregar IPC al cuidado estándar de heridas acelera la cicatrización de la úlcera, reduce el dolor y disminuye las tasas de recurrencia en comparación con la compresión estándar sola.
(Álvarez et al., 2020; Kumar et al., 2002)
Un metanálisis reciente confirmó que la compresión neumática mejora significativamente las tasas de curación y acorta el tiempo hasta el cierre de las úlceras venosas de las piernas.
(Xu y otros, 2024)
Estudios comparativos de métodos de compresión han demostrado que los resultados de curación con IPC son comparables o superiores a los de los sistemas de vendaje tradicionales.
(Dolibog y otros, 2013)
Dermatitis por estasis y edema venoso avanzado
En pacientes con dermatitis por estasis y edema crónico de piernas, se ha demostrado que la compresión por impulso intermitente reduce significativamente el edema y mejora la oxigenación del tejido local, lo que respalda su función como complemento circulatorio en la enfermedad venosa avanzada con afectación de la piel.
(Janßen y otros, 2025)
Enfermedad arterial periférica y claudicación
Aunque la compresión a menudo se malinterpreta en la enfermedad arterial, la CNI controlada ha demostrado claros beneficios en pacientes seleccionados con enfermedad arterial periférica (EAP).
La IPC de pies y pantorrillas con alta presión mejoró significativamente las distancias de caminata máximas y sin dolor, redujo el dolor isquémico y mejoró la cicatrización de heridas en pacientes sin opciones de revascularización quirúrgica.
(Álvarez et al., 2015)
Ensayos aleatorios con botas de compresión para pie y pantorrilla mostraron mejoras sostenidas en la distancia de claudicación y la capacidad funcional, mantenidas hasta un año.
(Ramaswami et al., 2005; De Haro et al., 2010)
Una revisión sistemática de la CNI en pacientes arteriopáticos concluyó que la CNI mejora la perfusión periférica y la capacidad de caminar, particularmente en la EAP grave cuando la revascularización no es posible.
(Labropoulos y otros, 2002)
Prevención de la TVP e inmovilidad
La compresión neumática intermitente es una intervención estándar basada en evidencia para prevenir la trombosis venosa profunda en pacientes hospitalizados, posoperatorios e inmóviles.
Los metanálisis demuestran que la CNI combinada con profilaxis farmacológica reduce significativamente el riesgo de TVP y embolia pulmonar posoperatoria en comparación con la medicación sola.
(Yang et al., 2021; Wang et al., 2020)
También se ha demostrado que la IPC aumenta la fracción de eyección venosa y reduce el edema en pacientes postrados en cama con estasis venosa grave.
(Partsch y Mosti, 2008)
Adultos mayores y edema crónico de piernas
Una revisión sistemática centrada en pacientes de edad avanzada con edema en las extremidades inferiores encontró que la terapia de compresión (incluidos los dispositivos de compresión neumática) era el método más eficaz para reducir la hinchazón, mejorar la movilidad de las articulaciones, la distancia de caminata, la calidad del sueño y la calidad de vida en general.
(Oohashi y otros, 2022)
Las botas de compresión son particularmente valiosas en adultos mayores cuando los niveles de presión se ajustan adecuadamente para garantizar la seguridad y la comodidad.
Rendimiento deportivo y recuperación
Las botas de compresión se utilizan ampliamente en los protocolos de recuperación deportiva.
Estudios en ciclistas de élite y atletas entrenados muestran que la compresión neumática intermitente acelera la eliminación de lactato, reduce el dolor muscular y mejora la recuperación subjetiva después del ejercicio intenso.
(San Millán et al., 2013; Ferrer-Ramos et al., 2024)
Las revisiones sistemáticas indican beneficios pequeños a moderados en la recuperación y en determinados resultados de rendimiento, en particular durante sesiones de entrenamiento de varios días o repetidas.
(Neves y otros, 2024; Hoffman y otros, 2016)
Recuperación posquirúrgica
Se ha demostrado que después de procedimientos vasculares y ortopédicos, la IPC reduce el edema posoperatorio de las piernas, disminuye el dolor y mejora la recuperación funcional en comparación con la atención estándar sola.
(te Slaa y otros, 2011)
Perspectiva clínica
Basándose en amplia evidencia clínica, las botas de compresión (compresión neumática intermitente) son una terapia segura, no invasiva y basada en la evidencia para mejorar el drenaje linfático, el retorno venoso, la oxigenación tisular y la recuperación funcional. Se utilizan en un amplio espectro de afecciones médicas, desde linfedema y enfermedad venosa crónica hasta insuficiencia arterial, cuidados posquirúrgicos y recuperación deportiva.
Los protocolos siempre deben ser individualizados y supervisados por profesionales médicos capacitados, especialmente en pacientes con enfermedad vascular.
Referencias científicas
- Fife, CE, et al. Cuidados de apoyo en el cáncer , 2012.
- Su, Y., et al. Revisión sistemática sobre IPC para BCRL , 2025.
- Desai, SS, et al. Anales de Cirugía Vascular , 2020.
- Maldonado, TS, et al. Compresión , 2025.
- Álvarez, OM, et al. Eplastia , 2020.
- Xu, Z., et al. Revista Internacional de Heridas , 2024.
- Dolibog, P., et al. Revista Internacional de Ciencias Médicas , 2013.
- Kumar, S., et al. Medicina vascular , 2002.
- Janßen, H., et al. Revista de Medicina Clínica , 2025.
- Álvarez, OM, et al. Heridas , 2015.
- Ramaswami, G., et al. Revista de cirugía vascular , 2005.
- De Haro, J., et al. Revista de Cirugía Vascular , 2010.
- Labropoulos, N., et al. Medicina vascular , 2002.
- Partsch, H. y Mosti, G. Flebología , 2008.
- Yang, Y., et al. Archivos de Ciencias Médicas , 2021.
- Wang, Y., et al. Trombosis/Hemostasia clínica y aplicada , 2020.
- Oohashi, H., et al. Investigación y práctica del linfedema , 2022.
- San Millán, I., et al. Revista de acceso abierto de medicina deportiva , 2013.
- Ferrer-Ramos, J., et al. Ciencias del Deporte para la Salud , 2024.
- Neves, EB, et al. Fisioterapia en el deporte , 2024.
- Hoffman, MD, et al. Revista de fisioterapia ortopédica y deportiva , 2016.
- te Slaa, A., et al. Revista Mundial de Cirugía , 2011.